Cuando muerdes una col de Bruselas, la textura es crujiente por fuera y suave y mantecosa por dentro. El sabor es rico y complejo, con notas de dulzura, amargor y acidez. Las setas completan el plato con su sabor intenso y terroso. ¿Te vas a perder esta nueva receta?
Coles de Bruselas con champiñones
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