Muchos profesionales de la alta cocina han manifestado la influencia de sus madres en su aprendizaje culinario. La importancia de las progenitoras llega hasta tal punto que, el chef Dabiz Muñoz confiesa que todavía sigue llamándola para pedirle consejos. En La Grosella Catering queremos homenajear a todas esas grandes cocineras en el Día de la Mujer con este nuevo artículo que hemos titulado 8M: Mujeres con estrella.
Eugénie Brazier
De servir a familias acomodadas a precursora de la alta cocina francesa. La carrera de Eugénie Brazier está plagada de éxitos y superación. Fue la primera cocinera en conseguir tres estrellas Michelin y la primera propietaria de dos restaurantes con la máxima distinción. Un hito que ningún cocinero pudo superas en 36 años. Los galardones obtenidos por Brazier supusieron un reconocimiento a su tesón y excelencia en los fogones y sirvió para emprender un camino transitado solo por hombres.
La madre de la cocina lionesa no abría las puertas de sus restaurantes sin inspeccionar todos sus rincones y la indumentaria de sus camareros. Esta disciplina por controlar todo lo que ocurría tanto dentro como fuera de la cocina, fue lo que llevo a grandes chefs como Paul Bocuse a querer aprender bajo su tutela.
Nadia Santini
El estilo “refinado pero no cargado” ha encumbrado al Dal Pescatore. Nadia Santini representa a la tercera generación de este establecimiento fundado en 1920. Su llegada a los fogones en 1974 supuso la glorificación del restaurante. Solo necesito dos décadas al frente del negocio para conseguir el mayor galardón de la gastronomía: tres estrellas Michelin.
Fue la primera cocinera de origen no francés que consiguió este reconocimiento. Si tienes la oportunidad de ir a este restaurante centenario, tienes que probar los tortellini rellenos de calabaza, amaretto, parmesano y mostaza.
Elena Arzak
Lo tuvo claro desde pequeña: su historia iba a ser contada entre fogones. Lo imaginaba mientras espiaba desde una esquina de la cocina, el gran trabajo que hacían en el restaurante con las elaboraciones. Aquellos ojos inquietos pretendían imitar lo que hoy se ha convertido en un legado.
Elena estudió Hostelería en Suiza, y más tarde paso por grandes cocinas de Europa: Pierre Gagnaire, Carré des Feuillants, Maison Troisgros, Le Gavroche…pero no sería hasta la década de los noventa cuando Arzak, se incorpora al restaurante familiar. En mayo de 2001 recibió el premio Chef de l’Avenir de la Academia Internacional de Gastronomía. En 2010, La Academia de la Gastronomía Española le concede el Premio Nacional de Gastronomía. Y en 2012 se convierte en la Mejor Chef femenina del Mundo Veuve Clicquot.
En la actualidad es la única mujer que lidera un restaurante con tres estrellas Michelin en España. Pero asegura que ya no es una cuestión de género, sino que se trata de un proceso largo y que cambiarán con las siguientes generaciones. Su camino ha sido muy largo, y el éxito, según la chef, no ha dependido del género, sino de todo el trabajo que hay detrás de su carrera.
Carme Ruscalleda
Su nombre es uno de los más destacados de nuestra gastronomía. Su talento nació de manera autodidacta. Y desde sus inicios ha buscado difundir la cultura gastronómica a través de sus elaboraciones. Son cinco estrellas Michelin las que avalan su historia: tres por el restaurante en Barcelona, Sant Pau de Sant Pol de Mar y dos por la réplica que tiene en Japón.
En un mundo de hombres, Ruscalleda consiguió alcanzar la fama mundial de otros chefs. Y fue en 2005 cuando la guía Michelin le dio su tercera estrella, convirtiéndola en la primera mujer española en conseguir este galardón. La chef también ha compartido su arte a través de la literatura: tiene grandes libros como Diez años de cocina en el Sant Pau (1998) y Carme Ruscalleda: Del plato a la vida (2000), entre otros.
En La Grosella Catering queremos celebrar el Día Internacional de la Mujer con un homenaje titulado 8M: Mujeres con estrella. Lograr una sociedad más justa, pacífica y sostenible solo es posible con la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad.
En La Grosella Catering | El error convertido en virtud